¿Por qué es más ecológico ser vegetariano?
- Inma Fabregat - Amante de los animales y
- 15 ene 2016
- 3 Min. de lectura

Son muchas las razones por las que una persona decide hacerse vegetariana. La mayoría decidimos dar el paso por una cuestión moral de respeto hacia los animales o bien por una cuestión de salud. Sin embargo son pocos los que sabemos que seguir una dieta vegetariana es también otra forma de contribuir a tener un mundo más sostenible y más justo: la ganadería intensiva conlleva una destrucción del medio, es otra forma de contaminación e intensifica el problema del hambre en el mundo.
El objetivo de este artículo es el de informar, no el de convencer. Cada persona debe estar suficientemente informada para poder elegir de forma libre. Las razones que aquí os expongo explican por qué una dieta vegetariana es más ecológica, más humanitaria, más saludable en general y por supuesto mucho más respetuosa con los animales.
1-. Salud:
En España se consumen 90 kilos de carne anuales por habitante, el triple de lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud (30 kilos). Todos los médicos aconsejan una alimentación más basada en fruta, cereales y verduras, y recomiendan reducir la cantidad de carne que consumimos. De hecho una dieta sana no debería incluir carne roja (cerdo, vaca) más de una vez al mes.
Además la carne no se cría de forma natural por lo que no es ni sana ni respetuosa con el medio ambiente: los animales comen piensos artificiales, transgénicos y hormonas de engorde por lo que esa carne contiene hormonas que hacen engordar aún más al que la consume.
Una parte de los problemas de salud de los ciudadanos de países desarrollados son consecuencia directa del exceso de consumo de carne y lácteos (problemas vasculares, obesidad, colesterol).
2.- La ganadería intensiva es contaminante y nada sostenible.
Para producir 1 kilo de carne se necesitan mil litros de agua y cien kilos de alimentos vegetales, sin embargo para producir un kilo de cereal sólo se necesitan cien litros de agua y unos pocos gramos de abono.
Por cada hectárea de tierra dedicada a la agricultura para consumo humano, se usan veinte hectáreas para alimentar al ganado.
Gran parte de la deforestación del Amazonas se debe a que se han talado esas zonas para el pastoreo vacuno, entre otros.
¿Hacen falta más datos?
3.-La Tierra pasa hambre, la carne es un lujo.
Un 20% de la humanidad tira un 40% de los alimentos. Sin embargo, un 40% de la humanidad come un 10% diario menos de lo imprescindible y directamente 500 millones de personas en el mundo pasan hambre crónica.
Os preguntaréis que tiene esto que ver con el consumo de carne y pescado. Pues mientras nos compadecemos de la mala suerte de esos 500 millones de personas, los buques de pesca de los países desarrollados esquilman los caladeros de buena parte de esos países con pescado que es usado para preparar alimentos para nuestro ganado. No sería mejor que esos recursos fueran a parar a las bocas de esos millones de bocas. ¿Y la carne? Pues por ejemplo Guatemala y Nicaragua exportan carne de vacuno a grandes cadenas de comida rápida cuando uno de sus mayores problemas sociales es la desnutrición infantil.
4.- El maltrato animal.
Poco hay que decir al respecto, poco sabemos de lo que hay puesto que los lobbies no están interesados en que lo sepamos y sin embargo, de lo poco que sabemos nos hacemos los ciegos.
Para tener carne barata los animales son maltratados: están hacinados, se les medica excesivamente, su dieta es poco natural, se les ceba, se separan las crías, se marca el ganado, se les transporta de forma inhumana, se trituran vivas las crías inservibles, se matan las cabezas de ganado no productivas.
Peter Singer, en su libro “Ética Práctica” dice “ si tuviéramos en cuenta el sufrimiento de los animales (aunque fuera considerado menos malo que el sufrimiento humano) nos veríamos obligados a realizar cambios radicales en el trato que damos a los animales: cambios en nuestra dieta, en los métodos de cría, en la experimentación en muchos campos científicos, en nuestro planteamiento en cuanto a la fauna y la caza, al uso de trampas para hacer prendas de piel y en el uso de animales en lugares como los zoos, circos o ferias.
Conclusión:
¿Por qué comemos carne? Simplemente porque nos gusta su sabor.
Deberíamos plantearnos la siguiente pregunta: ¿ Es el sabor de un alimento razón suficiente para excusar el trato que damos a los animales, para justificar su muerte cuando tenemos a nuestro alcance alimentos suficientes para tener una dieta sana y saludable sin carne ni pescado?
El dolor y el sufrimiento son terribles y deberíamos evitarlo o como mínimo minimizarlo. ¿Es correcto contribuir a estos sistemas de ganadería intensiva que conllevan un terrible sufrimiento animal o sacrificar un animal sólo porque nos gusta su sabor?
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